Unicaja reclama 400 millones para cerrar la adquisición de Caja España. La entidad malagueña teme que el banco malo (Sareb) exija devolver parte del dinero cobrado si hay “vicios ocultos” en los activos inmobiliarios transferidos, que podría suponer una factura de más de 300 millones en los próximos tres años. También sospechan que los arbitrajes sobre las preferentes y la deuda subordinada (con emisiones por 1.500 millones en total) acaben en reclamaciones con una factura de otros 100 millones. La fecha fijada para cerrar el tema claro es el 30 de abril, cuando Caja España-Duero tendrá otro dueño, público o privado. Si la operación se frustra, aparecerá el cuarto banco público, lo que serían malas noticias para la prima de riesgo.
La guerra de la comida a un euro. Los restaurantes de comida rápida se lanzan a competir por un público de poder adquisitivo medio que busca precios cada vez más bajos. Kentucky Fried Chicken, Rodilla, Lizarran, Pans & Company, Telepizza, Burger King, Viena Capellanes o Sushimore se han apuntado el tanto. Unos, para llenar en los días de menor afluencia; otros, para atraer a un público diferente, y algunos, por mera supervivencia. La guerra de la comida a un euro ha estallado.
Los clientes del país de los Urales se han lanzado a la conquista del mercado inmobiliario en Alicante, y han desplazado a los británicos. La mitad de las 7.000 residencias vendidas a extranjeros en Alicante el año pasado fueron a parar a familias rusas, un mercado que hace cuatro años no representaba ni el 5% del total. “El inglés ahora es el principal extranjero vendedor y el ruso el principal comprador”, asegura Antonio Navarro, del grupo inmobiliario Procosta y presidente de la Asociación de Turismo Residencial de Torrevieja, quien reconoce que la demanda “sostenida y creciente” se inició hace cinco años, y no cesa.
La segunda mayor fábrica de placas solares de España, T-Solar, cierra y despide a 170 trabajadores. El binomio entre materia prima e industria funcionó, casualmente, hasta que se cerró el grifo de la financiación pública, al menos, 65 millones entre subvenciones y préstamos concedidos por las Administraciones o cajas de ahorro rescatadas. Fuentes del sector explican que los problemas que ahora salpican a la fábrica se originaron con la compra de huertos fotovoltaicos en los que no ejerció como promotor.
La guerra de la comida a un euro. Los restaurantes de comida rápida se lanzan a competir por un público de poder adquisitivo medio que busca precios cada vez más bajos. Kentucky Fried Chicken, Rodilla, Lizarran, Pans & Company, Telepizza, Burger King, Viena Capellanes o Sushimore se han apuntado el tanto. Unos, para llenar en los días de menor afluencia; otros, para atraer a un público diferente, y algunos, por mera supervivencia. La guerra de la comida a un euro ha estallado.
Los clientes del país de los Urales se han lanzado a la conquista del mercado inmobiliario en Alicante, y han desplazado a los británicos. La mitad de las 7.000 residencias vendidas a extranjeros en Alicante el año pasado fueron a parar a familias rusas, un mercado que hace cuatro años no representaba ni el 5% del total. “El inglés ahora es el principal extranjero vendedor y el ruso el principal comprador”, asegura Antonio Navarro, del grupo inmobiliario Procosta y presidente de la Asociación de Turismo Residencial de Torrevieja, quien reconoce que la demanda “sostenida y creciente” se inició hace cinco años, y no cesa.
La segunda mayor fábrica de placas solares de España, T-Solar, cierra y despide a 170 trabajadores. El binomio entre materia prima e industria funcionó, casualmente, hasta que se cerró el grifo de la financiación pública, al menos, 65 millones entre subvenciones y préstamos concedidos por las Administraciones o cajas de ahorro rescatadas. Fuentes del sector explican que los problemas que ahora salpican a la fábrica se originaron con la compra de huertos fotovoltaicos en los que no ejerció como promotor.