Durante mayo y junio, hemos tenido que presentar la Declaración de la Renta (IRPF) y durante el mes de julio, en concreto hasta el 25 de julio, es el plazo para la presentación del Impuesto de Sociedades del ejercicio 2016. Pues bien, para realizar con garantía y seguridad ambas declaraciones, se requiere conocer y entender prácticamente lo mismo, a saber: los principios básicos de la contabilidad, como son:
- Cuenta de Resultados, que nos informa de los resultados económicos de la empresa consecuencia de las operaciones ordinarias (ingresos y gastos).
- Balance de Situación, en el que aparecen a una fecha determinada, tanto los saldos de clientes pendientes de cobro, como los de proveedores pendientes de pago.
Una vez conocidas las bases de la contabilidad, recomendamos realizar las siguientes revisiones:
1.-Revisar las ventas anuales de los últimos ejercicios y analizar el umbral de rentabilidad de la actividad y el “cash flow”, rentabilidad sin amortizaciones.
2.-Comparar márgenes reales sobre ventas y sobre compras en términos absolutos y relativos.
3.-Hacer un inventario de los productos que vende tu empresa y revisar stocks, sus rotaciones y la valoración del stock medio.
4.-Estudiar el coste y evolución de la plantilla en nº de personas, nº de horas trabajadas por cada uno y en total y evolución del coste total e individual de los miembros de la misma.
5.-Controlar las facturas que emite o recibe. Es importante controlar las emitidas, que han de ser correlativas tanto en fecha como en número, y no debe olvidarse enviar ninguna, porque anualmente debe presentarse a la AEAT el modelo, el 347 (operaciones de más de 3005,06), modelo fundamental que utiliza Hacienda para llevar a cabo los cruces de comprobaciones.
6.-Examinar detenidamente los cobros de clientes, y sobre todo, los plazos y posibles impagados, para su oportuna reclamación judicial o extrajudicial.
7.-Comprobar la partida de “proveedores/acreedores” para saber el tiempo medio de pago, tanto en número índice como en días de media.
8.-Por último, pero no por ello, menos importante, comprobar los extractos bancarios: saber el saldo disponible de tu cuenta y los movimientos que se han realizado, y así se puede asegurar de que todo “cuadra”.